Víctor Rabanal
Rumores, rumores y más rumores hasta que pasaron a ser
noticia. Hace un año se comentaba entre foros de fans a la serie y diferentes
sectores que la vuelta de ‘El Gobernador’ en la cuarta temporada era un hecho.
Tras el final de la tercera muchos vislumbraban una aparición fugaz en algún
capítulo en concreto aunque pocos (o solamente los más retorcidos) creían
capaces a sus guionistas de darle un nuevo rol de semejante importancia a un
personaje tan odiado por el público.
El maquiavelismo del personaje interpretado por David
Morrisey roza límites hasta ahora pocas veces visto. Un padrazo, líder de un
grupo en el que impera una ‘falsa democracia’ (con observar lo ocurrido en el
poblado de Woodbury se entenderá esta frase) vecino, compañero y amigo. Todo
bondad, corazón, buenas intenciones y el saber hacer y sobre todo decir de un
político de primer nivel. Mientras por la espalda era un hombre obsesionado con
buscar una cura para su pequeña hija Penny. Philip, su nombre real en la serie,
era
capaz de mostrar dos caras en apenas unos segundos, de ahí la situación del
límite extremo que hablábamos.
En un momento dado de esa tercera temporada, ‘El Gobernador’
comienza una particular relación con una antigua miembro del grupo de Rick, con
Andrea. Michone se percató rápidamente de que pata cojeaba este hombre quien
era capaz de tener engañado a todo un pueblo y a su vez a la persona con la que
más tiempo pasaba en ese momento como era Andrea. Ese discurso ordenado, cuerdo
con voz suave y tranquila, pausando cuando debe y engañando vilmente.
Así todo, la cuarta temporada de la serie es una de las
mejores hasta ahora, giros inesperados y ambientes de máxima tensión en muchos
momentos, incertidumbre y lo que más gusta, zombies…
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