Con un promedio de 6,6 millones de espectadores tras el estreno de su cuarta temporada, el éxito de la HBO ha hecho nuevamente feliz a su productora con unos números que ya la colocan tras los obtenidos en el episodio final de la mítica Los Soprano en 2007.
Juego de Tronos se ha propuesto superar al mayor éxito en materia de series de la última década y así ha quedado patente con los resultados de emisión del primer capítulo de esta entrega, superando a la tercera temporada que logró un promedio de 5,5 millones de espectadores.
Lejos aún de su histórica competidora, que consiguió aunar a 11,6 millones de personas, esta trepidante historia reúne cada lunes a millares de fans ansiosos de descubrir los nuevos entramados que conciernan a Poniente. Si bien el desenlace está aún muy lejos, la productora ya ha firmado la emisión de la quinta e incluso una sexta temporada, con el firme propósito además de ser la protagonista en la realización de dos películas que se prevén como la mejor forma de dar fin a la maestría de los libros y, por supuesto, a la de sus actores.
Cabalas que, sin embargo, no serán realidades si su creador, George R. R. Martin, no finaliza su historia, pendiente de un séptimo libro que no muestra todavía atisbos de publicarse.
Juego de tronos tiene de media una audiencia cercana a los
14,4 millones de personas por episodio. La cifra incluye espectadores que
graban el capítulo y lo ven durante la semana, una opción popular entre los
telespectadores de la red.
La red también dijo que su aplicación de transmisión en
línea, HBO Go, tuvo problemas técnicos debido a la gran demanda por la serie,
por lo que algunos usuarios tuvieron dificultades de acceso.
La
estrategia de HBO de presentar tres series durante la noche del domingo (Juego de Tronos, Sillicon Valley y Veep) ha sido
elogiada por los críticos como una de las ofertas más fuertes de la televisión
estadounidense.
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